domingo, 22 de noviembre de 2009

EMBARAZADA Y BELLA TAMBIÉN



Estar embarazada no significa ya tener que descuidar la imagen. Hoy, puedes llevar la panza, tener cambios hormonales y sin embargo estar radiante. Basta con modificar algunos hábitos y gestos rutinarios y adaptarse a las nuevas circunstancias.

Más bella que nunca Es normal que durante el embarazo la mujer tenga la sensación de que pierde el control sobre su cuerpo. Razón de más para dedicarle unos mimos extra y así ponerle riendas a un aspecto más fácil de domar, como con el maquillaje, prestando atención a los puntos clave que te proponemos.
• Usa corrector de ojeras sobre las áreas más oscuras.• Un poco de base de maquillaje puede hacer milagros para dar mejor aspecto a la tez. Basta con aplicarlo en las zonas sin corrector y difuminarlo bien.• Un poco de colorete puede animar cualquier rostro. Los tonos rosados favorecen a la piel clara, y los colores melocotón y coral, a las mujeres de piel morena.• Si estás pasando un mal embarazo, use autobronceador facial o polvos terracota para animar el rostro. La cara no tiene que ser el espejo de las náuseas.
El tinte, punto y aparte. Más peliaguda es la cuestión del tinte, ya que no se sabe con exactitud si puede llegar a afectar al feto. Si te tiñes el pelo en casa, debes hacerlo con guantes y en habitaciones bien ventiladas. Optar por mechas o por tintes vegetales, es otra forma de ir sobre seguro, así como esperar a que transcurra el primer trimestre del embarazo.
Cuidado con las piernas.Debido a problemas circulatorios y al aumento de peso, las piernas se llevan la peor parte durante la gestación. Usar medias de descanso, huir del tacón, elevar las piernas por encima de la altura del corazón y no usar ropa ajustada ayuda a evitar problemas.¡Qué le pasa a mi pelo! Cada cabello pasa por tres fases en su ciclo vital. Durante el primero nace, en el segundo se mantiene en su sitio durante unos tres o cuatro años y un tercero de despedida, cuando sólo está esperando que un nuevo pelo lo empuje y lo haga caer. La media de cien cabellos diarios que recogemos cada día al peinarnos es precisamente los que han superado esa tercera fase, y no son más que parte de un proceso natural.
Curiosamente, durante el embarazo parece detenerse este último proceso, y se interrumpe la caída natural del pelo. ¿El resultado? Al cabo de unos meses, la cabellera parece más poblada. Pero tras dar a luz, todo vuelve a la normalidad, y todo ese pelo que se había mantenido en su sitio más tiempo del debido, se despide de una sola vez. Por esa razón parece que el cabello se cae a puñados tras el parto, lo que asusta a muchas mujeres. Tranquilas. Es sólo un ajuste normal que no alterará el aspecto habitual de la melena.

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